INFANCIA Y VOCACION (segunda parte)
Después del telégrafo vino el empleo en el Registro Civil. Su amor por la poesía estaba intacto. Desde los 16 años ya era el poeta de su pueblo y colaboraba con el semanario local La Libertad y también en el diario La Razón de Chivilcoy.
César Tiempo dirigía por entonces, en Buenos Aires, la revista literaria Columna. Leyó al poeta de Alberti y le pidió una colaboración. Juan le mandó su poema “17 hombres y un barco”. Así debutó en los círculos literarios de la Capital.
Juan perseveró. Le mandó al director de las ediciones Teatro del Pueblo un poema y un cheque de $ 4,50 para suscribirse a la publicación. El director le publicó el poema y le devolvió el cheque con una carta que decía: “Usted ya es uno de los nuestros por derecho propio…”
Su amigo, el poeta Vicente Barbieri, hizo que Juan aceptara a los 27 años la secretaría de la comuna en Coronel Mom, un pueblo de 800 habitantes, perteneciente al partido de Alberti, donde cosechó muchas amistades por lo que nunca tuvo que labrar un expediente, ya que todos los problemas los arreglaban charlando. Allí vivió hasta que llegó el “gancho” del poeta Juan Bazán para que se fuera a Buenos Aires como redactor publicitario.
2 Comments:
Lo escuchaba por la radio con mi abuelo. Con el correr de los años me dediqué al Psicoanálisis. Tambièn me interesa escribir. Dos modos de "ver el otro lado de las cosas".
Aprendí con el y junto a mí padre a ver el otro lado de las cosas, lo escuchábamos todas las tardecita y luego dialogabamos mucho. Mi padre era de Alberti y fue compañero de El como monaguillo.
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